Paseo. Territorio. Pavimento. Nocturno – Filare Accesibilidad

Paseo. Territorio. Pavimento. Nocturno


Paseo. Territorio. Pavimento. Nocturno…, por Tamara Arroyo



Mi imaginario escultórico arranca con los paseos cotidianos por la ciudad. La decisión de escultorizar un elemento urbano u otro, un pavimento, una reja de obra, una farola o un residuo de cartón o plástico, monumentaliza los usos de lo urbano, es decir, aquello aparentemente menor que provoca una verdadera forma de relación social.

Mediante diversas formalizaciones, mi trabajo explora cómo nuestro entorno y su arquitectura nos influyen, diferenciando entre el espacio vivido, vivencial o existencial que opera de manera inconsciente, y el espacio físico y geométrico. En mis últimos proyectos, existe una recurrente alusión a la imagen de los lugares y a su apropiación a través del arte.

La ciudad y el espacio público emergen como escenarios privilegiados de la cotidianidad, con sus rasgos identitarios y su potencial creativo. Además, enfatizo diferentes estados intelectuales que surgen al relacionarnos con nuestro entorno inmediato, como la necesidad emocional básica de pertenecer a un lugar, junto con una referencia autobiográfica que da forma a un discurso sobre la memoria individual y colectiva.

En Filare 2023, la localización elegida para mi intervención, PASEO, TERRITORIO, PAVIMENTO, NOCTURNO, se realizó sobre el sendero o camino que va hacia la explanada f rente al convento de San Antonio de Padua, ubicada a las afueras de Garrovillas de Alconétar. Éste es un lugar especialmente favorable para la observación del cielo nocturno.


El trabajo unía dos ideas: por un lado, la identidad de un lugar y su patrimonio inmaterial. Poniendo en valor, la costumbre y tradición en verano cuando la temperatura desciende, de salir a pasear y disfrutar del paisaje nocturno. Y, por otro lado, la idea de un elemento urbano, el propio paseo intervenido o ‘pavimento nocturno’ , que nos lleva a ese lugar.

Para ello dibujé sobre el camino, mediante surcos, elementos geométricos que hacían referencia al firmamento, rellenados con un material luminiscente. Los dibujos estaban Inspirados en unos diseños que encontré durante mis recorridos por otras localidades, realizados con figuras geométricas que recordaban a estrellas y planetas. Éstos llamaron mi atención por su belleza y su libre ejecución. La intervención se activó, invitando a los habitantes de la localidad a vivir esa experiencia: La búsqueda de la naturaleza para observar el cielo nocturno, a través de un recorrido intervenido.

Podía observarse tanto de día como de noche. Se activaba con luz natural, o con linternas, siendo mucho más intensa durante la noche. La percepción de ésta iba cambiando a medida que se hacía de noche y se iba vislumbrando la luminiscencia a medida que el ojo se acostumbraba a la oscuridad. Según nos íbamos alejando del pueblo, las luces de éste empezaban a desaparecer y aparecían esas otras formas, como si el paseo reflejara el propio firmamento. Los habitantes del pueblo, además, pudieron activar los dibujos, mediante sus linternas y experimentar con la arena de cuarzo luminiscente, iluminándola y arrojándola hacia el cielo, jugando con esa “nueva galaxia”.

La intervención efímera, se fue desdibujando con el propio deambular de la gente, quedando restos del material luminiscente integrados en el paisaje, como recuerdos de la intervención.